Puente la Reina – Turismo Navarra

Puente la Reina, la encrucijada, una ciudad medieval donde se encuentran las dos ramas principales del Camino de Santiago, es uno de los sitios en Navarra donde la influencia del Camino es más tangible.

El flujo continuo de peregrinos, conchas y palos son una parte integral del paisaje urbano de esta ciudad, un magnífico ejemplo de una calle de pueblo, ubicada a 24 km de Pamplona.

Caminar por su estrecha «Rua Mayor» es un paseo agradable que le dará al visitante la oportunidad de descubrir gemas arquitectónicas como las iglesias de Crucifijo, Santiago y San Pedro, y hermosos edificios donde se inspiraron detalles del Camino de Santiago.

Pero el puente románico sobre el río Arga es sin duda el más sorprendente de los monumentos de la zona. Es uno de los ejemplos más bellos e imponentes del arte románico en el Camino de Santiago. También le da nombre a esta ciudad de apenas 2.500 habitantes, y cerca de otros sitios turísticos como Eunate, Andelos y las Murallas de Artajona.

Puente la Reina fue fundada para el Camino de Santiago. Incluso hoy, la influencia de la peregrinación a Compostela es esencial en la ciudad, una encrucijada, donde se encuentran las carreteras que vienen de Orreaga / Roncesvalles y Somport.

Fundada en el siglo XII. por Alfonso I el luchador, ha mantenido su esquema urbano inicial. Es un típico pueblo callejero, una ciudad construida alrededor de la calle principal, y no como tantos otros, alrededor del castillo protector.

La calle principal, o «Rua Mayor» que conduce al puente, es tanto un camino como un monumento. Estrecho y oscuro, protegido por casas señoriales, comienza con la iglesia Crucifijo, una construcción de origen templario, con dos naves: una románica y otra gótica.
Antes de entrar a la iglesia, deténgase a contemplar el ornamentado portal románico y observe la decoración de la arquivolta central, cuyo motivo principal son las conchas del peregrino. En el interior, vea un crucifijo cuya cruz de madera inusual forma una Y y, según se dice, fue dada por peregrinos alemanes que la habían usado durante su peregrinación.

Por la Rua Mayor, en dirección a Compostela, se llega a la Iglesia de Santiago, que conserva de la antigua iglesia románica solo ciertas paredes exteriores y dos hermosos portales. El resto del edificio data del siglo XVII, excepto la parte superior del campanario del siglo XVIII. En el interior, observe las esculturas policromadas del apóstol Jacques, apodado beltza (negro) debido a su tez morena y San Bartolomé.

Tus pasos te llevarán a la plaza Mena o Mayor, coqueta y animada, rodeada de arcadas del siglo XVIII. y hermosos edificios como la «Casa de los Cubiertos».
Al otro lado de la plaza, llegamos a la tercera iglesia de Puente la Reina, la iglesia de San Pedro (XIV) que conserva interesantes retablos.

La Rua Mayor conduce al magnífico puente, lanzado en el siglo XI sobre el Arga para facilitar la salida de los peregrinos. Cruce y escuche en silencio el agua que fluye, evocando el recuerdo de los peregrinos que el puente ha visto pasar a lo largo de su historia. Luego, desde la orilla, contempla esta magnífica obra de arte del período románico, con sus 6 arcos de medio punto, siendo enterrados los más orientales.

Originalmente, estaba custodiado por tres torres de defensa, en una de las cuales estaba la estatua renacentista de la Virgen del Puy o el Txori (ave en euskera) que actualmente se conserva en la iglesia de San Pedro. La leyenda dice que un pájaro visitó la estatua todos los días, quitó las telarañas de sus alas, lavó su pico con agua del Arga.

Si pasas por Puente la Reina entre el 24 y el 30 de julio, te dejará llevar por la efervescencia de los festivales patronales. Si elige el último fin de semana de septiembre, las ferias y sus famosas carreras de layas (picas) le darán la bienvenida. Para disfrutar de la fiesta, debes sentarte alrededor de una buena mesa, alrededor de pimientos del piquillo y vegetales de los huertos de la ciudad.