La iglesia de finales del siglo XII fue fundada por la Orden Templaria con el nombre de Santa María de los Huertos. Después de su expulsión en 1312, su propiedad pasó a manos de la orden militar de San Juan de Jerusalén en 1443.

Junto a la iglesia se encuentran el convento de los sanjuanistas y un hospicio para peregrinos a Compostela, ambos construidos a mediados del siglo XV. En 1469, la dirección del hospicio pasó a la Hermandad del Crucifijo, que dio su nombre a la iglesia.

Abandonado durante años después de la venta de la propiedad del clero y las guerras carlistas, el conjunto pasó a manos de los Sacerdotes del Sagrado Corazón en 1918, quienes se encargaron de su conservación.

Afuera, el visitante se sorprende con el narthex o la galería cubierta que conecta el templo con el antiguo hospicio para peregrinos. La torre, construida en la Edad Media, se completó en el siglo XVII.

Pero antes de entrar a la iglesia, quédate en su hermoso portal del siglo XIII. Muestra tres arquivoltas, una lisa, la segunda decorada con conchas de peregrino y la tercera con figuras sorprendentes, a menudo de naturaleza moralizante, como ángeles, pájaros, leones y una arpía.

En el interior, observe las diferencias entre las dos naves, la primitiva del siglo XII y la ampliación del siglo XIV. El más antiguo, de estilo románico, tiene cinco tramos con bóveda semicircular ligeramente arqueada. Al lado del Evangelio, más tarde se erigió otra nave gótica con cuatro tramos y una bóveda de medio punto arqueada.

El crucifijo

El ábside de la nave gótica alberga un gran crucifijo, una obra maestra de la imaginería medieval.. Se dice que esta hermosa escultura gótica, que data de la primera mitad del siglo XIV, está influenciada por los modelos de Renania, como lo demuestra su forma de «Y» en un tronco en bruto. La influencia italiana también se nota en la delicadeza de los rasgos de Cristo y en la posición de sus pies. Su expresión de dolor, subrayada por los brazos que forman una «V» muy pronunciada, y el dinamismo de su pecho y piernas son particularmente notables.

Aunque algunos le atribuyen un origen templario, esto no se ha confirmado, ya que el primer documento alusivo a esta pieza data de 1325 y la Orden de los Templarios fue expulsada en 1312. Si se cree la leyenda, el El crucifijo fue ofrecido por peregrinos alemanes que regresaban de Compostela. Para agradecer la bienvenida recibida en el hospicio de los peregrinos de Puente la Reina, ofrecieron a la iglesia la cruz que habían llevado sobre sus espaldas durante su peregrinación.